El valor del Tercer Sector ante las emergencias: cuando la sociedad civil sostiene lo esencial

 

No se puede hablar de protección civil sin hablar de inclusión social, ni de sostenibilidad sin justicia social. Las emergencias, sean naturales o tecnológicas, revelan quiénes somos cuando todo falla. Y lo que vemos, en demasiadas ocasiones, es una disociación preocupante entre lo que se promete y lo que se sostiene en el territorio.

José Antonio Romero Manzanares

Presidente de la Mesa del Tercer Sector de Castilla-La Mancha

Cada 9 de octubre, la Mesa del Tercer Sector de Castilla-La Mancha se suma al Día Nacional del Tercer Sector de Acción Social, una jornada que este año pone el acento en un eje tan actual como imprescindible: la dimensión social de las emergencias. Y no es casual. Vivimos un tiempo en el que crisis, catástrofes naturales, fenómenos climáticos extremos o fallos globales, como los que podría ocasionar un apagón tecnológico o energético, han dejado al descubierto dos verdades incómodas: la fragilidad de nuestra organización social y la lentitud de una política que, con frecuencia, llega tarde o mira hacia otro lado.

En medio de esa tormenta, el Tercer Sector se convierte en ancla y brújula. Frente a la búsqueda de culpables o los discursos partidistas que tienden a dividir, las entidades sociales, el voluntariado y las redes comunitarias trabajan desde lo local para atender lo urgente, reconstruir los vínculos rotos y ofrecer una respuesta humana allí donde la administración se bloquea. Las emergencias no solo son incendios, inundaciones o pandemias: es también la soledad no deseada, la exclusión digital o la dependencia sin apoyos. Y en todas ellas, el Tercer Sector responde.

Durante los últimos años, Castilla-La Mancha ha conocido de cerca desastres naturales que han puesto a prueba tanto la capacidad de reacción institucional como la solidaridad ciudadana. En esas horas críticas, quienes primero llegan no son los despachos ni las ruedas de prensa, sino los equipos de emergencias, las asociaciones redes vecinales, las entidades del tercer sector, las redes de voluntariado y los equipos de intervención social que no entienden de descanso. Son piezas imprescindibles del tejido comunitario que, cada vez más, sostienen lo que los presupuestos públicos y el mercado dejan en los márgenes.

Por eso, este Día Nacional del Tercer Sector no debería convertirse en una celebración rutinaria ni en un acto simbólico. Es un recordatorio político y ético de que las emergencias muestran el verdadero rostro de una sociedad. En cada incendio forestal mal gestionado, en cada familia aislada tras un corte eléctrico, en cada barrio donde los servicios básicos colapsan, encontramos no solo una tragedia natural o técnica, sino un síntoma social profundo: la falta de planificación, la desigualdad y la desconexión entre las instituciones y la ciudadanía.

No se trata de buscar culpables, sino de asumir responsabilidades. Y ahí radica el contraste que debería incomodarnos como sociedad. Mientras la acción política se enreda en señalar fallos ajenos, el Tercer Sector se organiza, escucha y actúa. Mientras los debates institucionales se pierden en tecnicismos o en reproches entre administraciones, los equipos sociales se desplazan a los pueblos afectados, coordinan recursos, distribuyen alimentos u ofrecen acompañamiento emocional a quienes lo han perdido todo. Esa diferencia entre el discurso y la acción marca la frontera entre la propaganda y el compromiso.

En esta conmemoración, no podemos sino reivindicar el reconocimiento público, económico y político de un sector que ya no es complementario, sino esencial. Hablar de emergencias es hablar de vulnerabilidad, y nadie conoce mejor la vulnerabilidad que las entidades que la acompañan día a día. La sociedad civil organizada se ha convertido en un actor estratégico de la resiliencia colectiva. No solo ayuda a recomponer lo que se rompe, sino que previene, educa y prepara a la comunidad para resistir futuras crisis.

Para fortalecer esa capacidad, necesitamos políticas que confíen en el Tercer Sector y no que lo utilicen únicamente como recurso paliativo. La gestión comunitaria de las emergencias requiere mesas de coordinación reales, financiación estable y presencia en la planificación pública. No se puede hablar de protección civil sin hablar de inclusión social, ni de sostenibilidad sin justicia social. Las emergencias, sean naturales o tecnológicas, revelan quiénes somos cuando todo falla. Y lo que vemos, en demasiadas ocasiones, es una disociación preocupante entre lo que se promete y lo que se sostiene en el territorio.

El reto que enfrentamos no es solo meteorológico o energético, sino humano. La emergencia no termina cuando se apaga el fuego o vuelve la luz: continúa en la vida de quienes se han perdido, entre la burocracia que retrasa ayudas o el silencio de quienes no tienen voz mediática. Por eso, el Tercer Sector no actúa solo en el momento crítico, sino en el largo y silencioso proceso de reconstrucción. Esa es la dimensión social de la que hoy hablamos, y esa es la que debe guiar las políticas públicas de los próximos años.

Súmate al manifiesto del Día Nacional del Tercer Sector 2025

La Plataforma del Tercer Sector ha lanzado una campaña de recogida de firmas en apoyo al manifiesto titulado «Por un enfoque social en el abordaje de las emergencias: prevención, reconstrucción e inclusión».

 

 

Este manifiesto pone el foco en cómo las emergencias agravan las desigualdades existentes y afectan con mayor dureza a las personas que ya se encuentran en situación de vulnerabilidad. Ante esta realidad, la Plataforma reivindica que ninguna emergencia puede abordarse sin considerar su dimensión social.

El texto propone un enfoque integral, basado en los derechos humanos, guiado por los principios humanitarios y sustentado en la coordinación entre los actores clave. Además, subraya la importancia de incorporar los determinantes sociales en la prevención y preparación ante emergencias, especialmente aquellos que inciden en la pobreza, la exclusión y la vulnerabilidad.

Este manifiesto se presenta en el marco del I Congreso del Día Nacional del Tercer Sector, que se celebrará el próximo 2 de octubre en el CaixaForum Madrid.

Consulta la noticia en este enlace.

 

 

La sostenibilidad del sector social de la discapacidad en Castilla-La Mancha: una urgencia impostergable

La sostenibilidad del sector social de la discapacidad en Castilla-La Mancha: una urgencia impostergable

Desde el CERMI CLM, como plataforma que representa los derechos de las personas con discapacidad y como actor esencial del Tercer Sector Social en Castilla-La Mancha, queremos expresar con claridad la creciente preocupación por la sostenibilidad del modelo actual de atención a la discapacidad.

A pesar de los avances normativos que se han producido en los últimos años en materia de derechos sociales, persisten importantes desafíos que comprometen la aplicación efectiva de esos derechos de las personas con discapacidad.

Los retrasos en el desarrollo normativo, como la implementación plena de la Ley de Servicios Sociales de Castilla-La Mancha (Ley 14/2010), la Ley 7/2014 de Garantías de los Derechos de las Personas con discapacidad o la Ley 3/2018, de Protección y Apoyo Garantizado para personas con discapacidad en Castilla-La Mancha, regulación de los servicios de capacitación sociolaboral o la atención temprana y una estrategia regional de discapacidad, entre otras; no son meramente cuestiones administrativas: tienen un impacto real y diario en quienes más apoyo requieren. Con la publicación en el Diario Oficial de estas leyes, tan necesarias, no es suficiente. La falta de los desarrollos normativos de esta legislación, como de cualquier otra, hace que los avances sociales que pretenden, no calen en la vida de la ciudadanía, haciendo sentir a ésta que las leyes son papel mojado.

Las entidades del Tercer Sector Social que trabajamos en la atención a la discapacidad seguimos operando bajo un modelo frágil, marcado por la incertidumbre económica, de financiación débil,  asado en subvenciones anuales de un “irreal régimen de concurrencia competitiva”, provocando escasa capacidad de planificación. Esta situación no solo dificulta la labor profesional de las  organizaciones, sino que limita la estabilidad y continuidad de los servicios de la red pública regional que reciben las personas con discapacidad.

Frente a este contexto, consideramos fundamental avanzar hacia un modelo de concierto social estructurado y garantista, como ya existe en otras comunidades autónomas. Este modelo no es una demanda sectorial aislada, sino una herramienta esencial para garantizar derechos: permite ofrecer servicios estables, de calidad y adaptados a las necesidades de las personas, al tiempo que reconoce el papel imprescindible de las entidades sociales como aliadas de la administración pública, siendo las prestadoras de los servicios públicos.

En este sentido, el concierto social es también un instrumento para hacer efectivo el principio de igualdad, asegurando que todas las personas, independientemente de su lugar de residencia, puedan acceder a los mismos derechos y oportunidades, que permita una financiación justa sobre el coste real de los servicios de la red pública.

Desde CERMI CLM, reiteramos nuestro compromiso firme con el diálogo y la colaboración institucional, pero también exigimos responsabilidad y visión de futuro. Apostamos por una colaboración  institucional sólida, basada en la corresponsabilidad, la transparencia y el cumplimiento de los compromisos adquiridos.

Confiamos en que los poderes públicos de Castilla-La Mancha sabrán estar a la altura del momento, impulsando una agenda común que garantice el bienestar, la inclusión y la dignidad de las personas con discapacidad.

PLAN CORRESPONSABLES Y LA INCLUSIÓN DE LOS NIÑOS Y NIÑAS CON TEA

Federación Autismo Castilla-La Mancha

logo Federacion-autismo


REIVINDICACIÓN INSTITUCIONAL 


PLAN CORRESPONSABLES Y LA INCLUSIÓN DE LOS NIÑOS Y NIÑAS CON TEA

La Federación Autismo Castilla-La Mancha (FACLM) es una entidad del Tercer Sector que agrupa y representa a las entidades personas con Trastorno del Espectro del Autismo (en adelante, TEA)
y sus familias en las cinco provincias de Castilla-La Mancha.

Nuestras actuaciones principales giran en torno a la defensa de los derechos de las personas con TEA y sus familias, el fomento de su plena participación e inclusión social y la mejora de su
calidad de vida.

 

Trastorno del Espectro del Autismo
El trastorno del espectro del autismo (TEA) es una condición de origen neurobiológico que afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral, dando lugar a dificultades
en la comunicación e interacción social, y en la flexibilidad del pensamiento y la conducta.

Acompaña a la persona a lo largo de toda su vida, pero sus manifestaciones y necesidades cambian en función de las distintas etapas vitales. Se trata de un trastorno que impacta no sólo
en la persona sino también en toda su familia, afectando a la calidad de vida de todos los miembros.

 

Plan Corresponsables
Desde la FACLM queremos poner en valor la continuidad del Plan Corresponsables en nuestra región como una iniciativa que impulsa la conciliación familiar y la corresponsabilidad en los
cuidados desde una perspectiva de igualdad entre mujeres y hombres.

Sin embargo, observamos con preocupación que la puesta en marcha de este plan no siempre garantiza una participación real y efectiva de todos los niños y niñas, especialmente de quienes
presentan TEA, lo que puede derivar en situaciones de exclusión no deseadas y contrarias a los principios de equidad y justicia social.

Las familias de personas con autismo tienen derecho a acceder a los servicios de conciliación en igualdad de condiciones, sin discriminación por razón de discapacidad. Así lo establece la
Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, ratificada por España, que obliga a los poderes públicos a tomar todas las medidas necesarias para asegurar
que los niños y niñas con discapacidad disfruten plenamente de todos los derechos, incluidos los relacionados con el ocio, el juego y la vida comunitaria.

Asimismo, la propia normativa del Plan Corresponsables menciona entre los colectivos prioritarios a las personas con discapacidad, reconociendo su derecho preferente al acceso a estos recursos. Sin embargo, para que esta prioridad sea real, es imprescindible que los servicios financiados a través del plan estén adaptados y dotados de los apoyos necesarios: personal formado en diversidad funcional, entornos accesibles cognitivamente y actividades ajustadas a las necesidades sensoriales, comunicativas y de comprensión del colectivo.

Desde la Autismo CLM:

  • Solicitamos a los ayuntamientos de Castilla-La Mancha que se adhieran al Plan Corresponsables, que garanticen la plena accesibilidad e inclusión de los niños y niñas con TEA
    en las actividades que desarrollen, incluyendo adaptaciones razonables, apoyos personales y metodologías inclusivas.
  • Reivindicamos que en los criterios de diseño y ejecución del Plan, la accesibilidad cognitiva sea contemplada de manera transversal, tal y como ya establece la Estrategia Española de Discapacidad y la Estrategia Regional en TEA.
  • Instamos a las administraciones competentes, a que velen activamente por el cumplimiento de este principio de inclusión, realizando seguimiento y asesoramiento a los
    municipios para evitar prácticas discriminatorias por omisión.
  • Nos ponemos a disposición de los ayuntamientos y entidades locales para colaborar en la formación, sensibilización y diseño de actividades verdaderamente inclusivas, apoyándonos en
    la experiencia y conocimiento acumulado por las entidades adheridas a la Federación Autismo CLM en toda la región.
    El derecho a participar en igualdad de condiciones en actividades de cuidado y conciliación no puede depender del lugar de residencia ni de si un niño o niña tiene autismo. Debe ser garantizado para todos y todas, en cualquier municipio de Castilla-La Mancha.Por una conciliación real y para todas las familias. También las que conviven con el TEA.

 

Federación Autismo Castilla-La Mancha
Escalerillas de la Vega, 1, bajo dcha. 45004, Toledo
www.autismocastillalamancha.org

 

 

VÍDEO | COCEMFE Guadalajara denuncia la falta de accesibilidad de la marquesina de autobús del Hospital Universitario de Guadalajara

Desde COCEMFE Guadalajara se reclaman medidas urgentes y la convocatoria inmediata del Consejo Sectorial de Accesibilidad

 

La  con Discapacidad Física y Orgánica de Guadalajara denuncia el incumplimiento en materia de accesibilidad de la marquesina del autobús de las líneas C1 y C2 que tienen parada en el  de la ciudad.

La presidenta de  Guadalajara, Marisa Hernández Laseca, denuncia públicamente la falta de respuesta efectiva por parte de las administraciones ante la demanda histórica de accesibilidad.

“Llevamos años reclamando al Ayuntamiento y a otras administraciones de Castilla-La Mancha que se tomen medidas urgentes en materia de accesibilidad. No sabemos con certeza a quién corresponde actuar, porque a veces el Ayuntamiento nos dice que no es de su competencia. Pero, sinceramente, a nosotros nos da igual a quién le toque: lo que queremos y necesitamos, después de tantos años, es que alguien asuma su responsabilidad y haga lo que tenga que hacer para garantizar la accesibilidad”, ha afirmado Hernández Laseca.

Desde COCEMFE Guadalajara recuerdan que existen numerosas leyes de accesibilidad, muy claras y detalladas, que no se están cumpliendo. “Hay muchas normativas al respecto y no se aplican. Ya es hora de pasar de las palabras a los hechos”, concluye su presidenta.

Hernández añade que “los autobuses urbanos paran en la “isleta” y luego resulta imposible bajar el bordillo con una silla de ruedas ya que no está bien rematado. Entonces, asegura, te da hasta miedo bajar”. “Además, cuando cruzas el paso de peatones y llegas al otro lado de la acera no hay ningún remate, hay un bordillo. Tenemos que irnos por donde van los coches para llegar a otro sitio donde si está rebajado”.

Ante esta situación, COCEMFE Guadalajara exige una actuación inmediata para solventar este problema histórico y se ofrece a colaborar con las autoridades competentes para encontrar soluciones reales que afectan diariamente a las personas con discapacidad de la ciudad.

Asimismo, la entidad insta al equipo de gobierno del Ayuntamiento de Guadalajara a convocar con carácter urgente el , con el objetivo de abordar este y otros problemas que afectan diariamente a las personas con discapacidad en la ciudad.

La Confederación de entidades de personas con discapacidad física y orgánica Castilla-La Mancha INCLUSIVA COCEMFE se constituyó en el año 2017. Agrupa a casi un centenar de entidades que representan casi a 10.000 personas con discapacidad. Se encuentra compuesta por las federaciones provinciales, COCEMFE Albacete, COCEMFE Guadalajara, COCEMFE , COCEMFE Cuenca y Ciudad Real INCLUSIVA, así como las entidades de carácter regional AFANION, LUNA, AIDISCAM CLM y la asociación . El objetivo fundamental de la confederación es articular y vertebrar en nuestra región el asociacionismo de la discapacidad física y orgánica, desde la unidad y respeto al pluralismo, para desarrollar una acción representativa efectiva en defensas de los derechos e intereses de las personas con discapacidad y sus familias.

CERMI CASTILLA LA MANCHA se une a la reivindicación de CERMI ESTATAL por la que se insta al Gobierno central y a CCAA a renovar con agilidad el acuerdo sobre distribución entre Estado y territorios de las asignaciones tributarias de interés social.

CERMI CASTILLA LA MANCHA se une a la reivindicación de CERMI ESTATAL por la que se insta al Gobierno central y a CCAA a renovar con agilidad el acuerdo sobre distribución entre Estado y territorios de las asignaciones tributarias de interés social.

El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha instado al Gobierno central, a través de ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, y a las Comunidades y Ciudades Autónomas a renovar con celeridad el acuerdo sobre la distribución entre el Estado y los territorios de la recaudación de las asignaciones tributarias del 0,7 % en el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y en el Impuesto de Sociedades.

El acuerdo vigente, que supone un reparto de lo recaudado del 80 % para las Comunidades y Ciudades Autónomas y un 20 % para el Estado (convocatoria centralizada nacional) expira este año 2025, por lo que es urgente prolongarlo para los próximos 5 años, dado que es la fuente sustancial de financiación de los programas sociales que lleva a cabo el tercer sector de acción social en toda España.

Quedan pocos meses, pues, para renovar el acuerdo, que requiere encarar y culminar todo el proceso político y administrativo que esto conlleva, por lo que el CERMI exige celeridad a las administraciones involucradas (Estado y Comunidades Autónomas) para alcanzar un buen y pronto resultado.

El movimiento de la discapacidad, junto con todo el tercer sector de acción social, exige que el acuerdo renovado mantenga el reparto del 80 % – 20 % entre dimensión territorial y estatal, ya que significa un punto de encuentro de todas las partes concernidas que ha traído paz a un tema que en el asado fue objeto de debate político y judicial, que no debe volver a repetirse.
Toledo, 29 de mayo de 2025.

Congreso sobre Derecho y Discapacidad – “La salud mental como cuestión de derechos humanos”

Buenos días a todas, todos.

Es un orgullo darles la bienvenida a este congreso que, más que un espacio académico, es un espacio de compromiso, de lucha y, sobre todo, de esperanza. Porque cuando hablamos de salud mental como una cuestión de derechos humanos, no estamos hablando de un tema secundario. Estamos hablando de dignidad, de justicia social, de vida.

Y es urgente que lo digamos claro, frente a quienes aún dudan, frente a quienes aún recortan: la salud mental es un derecho humano. No un lujo, no un favor, no una última prioridad. Es un derecho. Y debe garantizarse con políticas valientes y con recursos reales.

Durante décadas, las personas con discapacidad psicosocial han sido invisibilizadas, excluidas y, demasiadas veces, encerradas, medicadas o ignoradas. Pero hoy venimos a decir: basta. Basta de paternalismos, de decisiones sin consulta, de servicios pensados desde la desconfianza y no desde el acompañamiento.

Sabemos que este es un reto colectivo. No basta con leyes bonitas — aunque las necesitamos. Hace falta transformar los sistemas desde la raíz. Y para eso necesitamos a todos los actores: las administraciones públicas, las organizaciones sociales, los colectivos activistas, y las personas que viven en primera persona estas realidades.

Porque no hay política pública eficaz si no escucha a quienes han vivido en carne propia el estigma, la exclusión, la medicalización forzada o la soledad más profunda.

Y sí, hablemos de soledad. Porque uno de los grandes enemigos de la salud mental hoy es la soledad no deseada. Esa que afecta especialmente a nuestras personas mayores, pero también — y esto es dramático — a los jóvenes. Jóvenes que viven en un mundo hiperconectado, pero emocionalmente aislado. Jóvenes sin redes de apoyo, sin espacios seguros, sin futuro estable. Jóvenes que están gritando por dentro, y a los que muchas veces solo les ofrecemos silencio o diagnósticos.

No podemos seguir mirando para otro lado. La salud mental de las personas jóvenes debe ser una prioridad política, institucional y comunitaria. Porque no hay nada más desgarrador que ver a una generación perder la esperanza.

Y para cuidar la salud mental, hace falta comunidad. Hace falta tejido. Hace falta inversión sostenida en las entidades sociales que están ahí día a día, acompañando, conteniendo, apoyando. Las asociaciones y colectivos no son un complemento. Son la columna vertebral de un modelo comunitario de atención y derechos. Y ya va siendo hora de que las administraciones dejen de delegar responsabilidades sin dar herramientas. Necesitamos financiación estable, recursos humanos, formación y reconocimiento institucional real.

Porque no se construye un sistema de derechos sin recursos. Ni se combate la exclusión solo con discursos.

Por eso, hago hoy un llamamiento directo a las autoridades presentes: la salud mental no puede seguir siendo el último punto del presupuesto. Hay que invertir con responsabilidad, pero también con valentía. Hay que apostar por la atención comunitaria, por los apoyos en primera persona, por la inclusión en todos los espacios: el educativo, el laboral, el sanitario, el cultural.

Y, al mismo tiempo, hago un llamamiento a quienes venimos del activismo: que sigamos empujando. Que sigamos organizadas, vigilantes, creativas. Que no dejemos de levantar la voz por cada persona que ha sido silenciada.

Este congreso es una oportunidad para tejer puentes entre lo institucional y lo social, entre lo técnico y lo vivencial. Y si de verdad queremos avanzar, necesitamos que esos puentes estén hechos de escucha, de respeto y de compromiso mutuo.

Recordemos algo fundamental: la discapacidad psicosocial no puede seguir tratándose como algo individual. Es una cuestión de derechos. Es una cuestión de justicia. Es una cuestión de comunidad.

Hoy más que nunca, necesitamos políticas públicas que cuiden sin encerrar, que este congreso sea el inicio de alianzas reales. Y que no se nos olvide nunca: los derechos humanos no son algo que alguien te da sino algo que nadie te puede quitar.

 

NOTA DE PRENSA

Ante las declaraciones del obispo emérito Juan Antonio Reig Pla el pasado 11 de mayo durante una homilía pronunciada en la Basílica de la Anunciación de Alba de Tormes (Salamanca)

 

Desde el CERMI de Castilla-La Mancha manifestamos:

 

La discapacidad no es pecado

No podemos guardar silencio ante las declaraciones del obispo emérito Juan Antonio Reig Pla, quien el pasado 11 de mayo, durante una homilía en Salamanca, asoció la discapacidad con “el pecado” y con un supuesto “desorden de la naturaleza”.

Estas palabras no solo son profundamente equivocadas, sino también dañinas. Refuerzan estereotipos antiguos y excluyentes que han sido utilizados históricamente para marginar, culpabilizar y deshumanizar a millones de personas. La discapacidad no es un castigo, ni un defecto, ni una consecuencia del pecado. Es una condición humana más, que forma parte de la diversidad de nuestra sociedad.

Las personas con discapacidad no necesitan ser perdonadas ni redimidas por existir. Lo que necesitan es igualdad de derechos, accesibilidad, respeto y una sociedad que las reconozca como sujetos plenos, capaces y dignos. Vincular su existencia a una visión moralista y arcaica solo perpetúa el estigma y la discriminación.

La dignidad de toda persona es inviolable, con independencia de sus capacidades. Este principio no solo es recogido por los derechos humanos, sino que también está en la raíz del mensaje cristiano cuando se comprende desde el amor, la inclusión y la justicia.

Exigimos respeto. Las palabras del obispo Reig Pla no representan ni la realidad de las personas con discapacidad ni los valores que deberían regir una sociedad democrática y plural.

Las personas con discapacidad no somos un error de la naturaleza, sino una parte valiosa de la humanidad.